Los gases de efecto invernadero son gases atmosféricos o gases de invernadero que interceptan la radiación de onda larga (principalmente infrarroja) emitida por la superficie de la Tierra.
La atmósfera actual contiene un 42% más de dióxido de carbono que al comienzo de la era industrial. Los niveles de metano y dióxido de carbono son los más altos que se han registrado en casi medio millón de años.
Al interceptar la radiación infrarroja y volver a irradiarla en todas las direcciones, incluida la Tierra, mientras que captan poca o ninguna radiación solar entrante, los gases de efecto invernadero contribuyen al calentamiento de la superficie terrestre. Esto se conoce como efecto invernadero, un proceso de calentamiento que se produce de forma natural.
Si no hubiera gases de efecto invernadero en la atmósfera, la temperatura media de la Tierra sería mucho más baja y gran parte de ella estaría congelada. Sin embargo, la contaminación está elevando los niveles de estos gases hasta el punto de que podemos experimentar un calentamiento severo y cambios peligrosos en el clima en el futuro.
En general, cualquier gas con moléculas formadas por tres o más átomos absorbe la radiación infrarroja, por lo que son gases de efecto invernadero. Los gases de efecto invernadero naturales son el vapor de agua (H2O), el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O). Los gases de efecto invernadero artificiales son el CO2, el CH4, el N2O y varios compuestos que contienen cloro y bromo, como el hexafluoruro de azufre (SF6) y los clorofluorocarbonos (CFC).
Aunque el vapor de agua representa una gran cantidad de gases de efecto invernadero en la atmósfera, añadir más vapor de agua no aumenta la cantidad de vapor de agua en la atmósfera. Esto viene determinado por la temperatura de la atmósfera, cuanto más caliente sea, más agua absorberá del océano. El exceso de vapor de agua se condensa en forma de nubes y cae en forma de lluvia. Este proceso tiende a amplificar el efecto de calentamiento de otros gases de efecto invernadero, y se conoce como efecto de retroalimentación